Kimiku
Nuevamente, Kimiku está revolviendo toda la casa en busca de sus lápices. No logra recordar (como la mayoría de las veces) dónde los ha dejado. Su padre la observa sonriente, sabiendo que, una vez que los encuentre, se acomodará suavemente bajo el rayo de sol que se filtra por las ventanas, y pasará horas dibujando y pintando aquellos maravillosos paisajes que emanan de su mente tan fantasiosa. Dejará boquiabierto, otra vez, a su padre, renovando con cada obra terminada el cariño tan especial que tiene por ella. Kimiku es la única mujer en la casa. Su papá quedó viudo cuando Kimiku apenas tenía dos años y, por ende, ella no ha conocido o, por lo menos, no recuerda a su madre. Sus cuatro hermanos varones son mayores que ella y siempre están ocupados para jugar con ella o acompañarla durante parte del día, por lo que Kimiku ya está acostumbrada a divertirse sola. Sus amigas son las de la escuela, pero solo puede relacionarse con ellas durante el tiempo diario que pasa allí; pero co...